
En 1961 el presidente estadounidense John F. Kennedy, en colaboración con sus brillantes asesores y altos mandos militares, planearon la invasión de Cuba. Para ello decidieron enviar ocho aviones y mil quinientos exiliados cubanos a los que dotaron de armas. Hacia la Playa de Girón, en Bahía de Cochinos, se dirigieron los ilusionados guerreros, pensando en formar un nuevo gobierno provisional en la isla, que estaría bajo el control de los EE.UU. Como pueden suponer el “ejército” de mil quinientos hombres fue derrotado en poco más de un día. A día de hoy Fidel Castro sigue gobernando Cuba. ¿Qué hizo que hombres brillantes, como el presidente de EEUU, los altos mandos de la CIA y del ejército, tomaran una decisión tan estúpida? El pensamiento grupal o groupthink.
El groupthink fue descrito por el psicólogo Irving Janis en 1972, que explica cómo grupos inteligentes pueden tomar decisiones malas e irracionales, incluso tan estúpidas como la de Bahía Cochinos. Este fenómeno se produce cuando un grupo altamente cohesionado y con una mentalidad parecida, se encuentra tan condicionado por la búsqueda de consenso que deteriora la percepción de la realidad. Janis describió ocho características del pensamiento grupal:
- Ilusión de invulnerabilidad; esto viene de serie con cada persona, nadie coge el coche pensando en que va a tener un accidente, ni pensamos en que vamos a tener una enfermedad grave la próxima semana, de la misma forma en el pensamiento del grupo no se incluye el que puedan ser derrotados, (en Bahía Cochinos ni siquiera plantearon un plan de huída por si fracasaban).
- Creencia incuestionable en la moralidad inherente del grupo; En ningún momento se plantearon la legitimidad de la revolución del pueblo cubano, la invasión de Cuba y control por parte de los EEUU era lo moralmente correcto.
- Racionalización colectiva de las decisiones del grupo; esta es una de las más peligrosas. Todos querían buscar un consenso, ¡enviar mil quinientos hombres contra todo un país es un suicidio! Si, pero los cubanos no tienen tan buenas armas como las que le vamos a entregar nosotros a nuestros hombres, además nuestros hombres están más motivados porque quieren volver a su país, y además saben que EEUU está con ellos, así que irán más confiados… Racionalizaciones de este tipo, buscando el consenso como sea y que son aceptadas por todos los miembros.
- Estereotipo compartido de miembros de fuera del grupo; los cubanos no tienen la más mínima preparación militar, etc.
- Autocensura; los miembros evitan hacer críticas. Cuando estás reunido con veinte amigos, todos dispuestos a tomar una decisión, y crees que hay algo que va en contra de esa decisión, como, quizá sean muy pocos hombres, decides mantenerlo en silencio, pues parece que eres el único que cree eso, y no quieres ser el “patito feo” del grupo, además hay otras veinte personas que piensan lo contrario, así que confías más en ellas.
- Ilusión de unanimidad; Nadie se ha atrevido a decir que le parecen pocos hombres, puede que todos lo crean, pero nadie ha expresado una opinión discordante, así que siguen creyendo que el resto está de acuerdo.
- Presión directa a quienes se opongan a conformarse.
- Miembros que protegen al grupo de información negativa; Sé que el pueblo cubano apoya la revolución y será difícil que respalden a nuestros hombres, pero omito el detalle porque no quiero aguar la fiesta al grupo… y así con cientos de detalles.
¿Qué podemos aprender de todo esto? A la hora de tomar una decisión puede ser bueno delegar la responsabilidad en una sola persona, y que esta se encargue de preguntar a los diferentes asesores su opinión para luego tomar la decisión, o designar dentro del grupo a un abogado del diablo que trate de rebatir cada punto.
A modo de reflexión :“La democracia es una forma superior de gobierno, porque se basa en el respeto del hombre como ser racional.” John F. Kennedy.
Puede que el hombre si sea un ser racional, pero el grupo desde luego no, y votan masas, no personas.
Supongo que habrá que buscar un punto intermedio entre el brainstorming (en el que por norma se omite el juicio) y la «parálisis por el análisis» (como muy bien refleja el gag del frente judaico de liberación de «La vida de Brian»). En el equilibrio está la virtud creo yo.
Espero que esta reflexión nos sirva a todos para no cometer el mismo error que cometieron esos hombres brillantes de EEUU movidos peor una visión poco realista y nada crítica.
De todas formas no siempre se cumplen estos principios ya que normalmente los grupos o equipos de trabajo suelen presentar heterogeneidad de sus miembros y generar diferentes opiniones que ayuden a tomar una acertada decisión final.
Cierto Adriana, los grupos de trabajo suelen ser heterogéneos, lamentablemente en los gobiernos suele darse lo opuesto. De cualquier forma, aún siendo un grupo homogéneo dispuesta a llegar a un consenso, el groupthink puede evitarse siendo todos muy conscientes de él, y asignando a un miembro para que haga de abogado del diablo. Las soluciones están ahí, aunque no siempre se apliquen, pues la ilusión de invulnerabilidad funciona muy bien.